Sustantivo que indica un tiempo, donde el antes importa ahora mucho menos que el después. Segundo nombre propio de aquellas bendecidas, haciendo que ese primero que llevaran sea a su vez el segundo en importancia. Complemento de la vida después de la vida, movimiento justo de la naturaleza, contacto directo con el milagro más heterogéneo del género humano. Sujeto preciado en la casa, en los pasillos oblongos del mundo que vivimos alguna vez. Día de la madre: día que se celebra, día de parada, día de descanso, día de memorias, día de Bendición Mamá, día sublime, día en que aquellos hombres y mujeres que alguna vez estuvieron amarrados por un cordón umbilical retornan al estímulo primario, por muy lejos que esto sea.
Qué pasó perro tonto que despiertas y ves en derredor la cama suelta, en paños calientes de la ducha que ensucia el piso, y la calma tomada de tu plato con adornos navideños, y el sonido clásico de la campanita que unta el ambiente de guirnaldas sueltas, que te rodean en la casa. Danco, calma tus ansias, reclama tu instinto una nota distinta, el acorde de la vez aquella que te measte en la cocina y te agarró con el periódico enrollado, y la carrera, tu cola, se cae, se revienta del miedo, ves la mano del hombre, tu hombre, que pega y no se despega de tu aullido transparente, se te pasó la mano en la galleta que te trajo ayer, y así es como le pagas. Mira, tu amo no se despierta, y son ya las nueve de la mañana, el sol ya salió, y no hay señal que te lo indique, que el paso de la noche por sus sueños pasó, que la sombra del descanso ya se fue, por donde vino, por esa misma ventana que te aturde hoy, que no cerraron anoche, porque habrá sido, le agarró la calma de la tormenta; le gustaba
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