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Mostrando entradas de agosto, 2008

Tenai o Kampa (vainas mías)

El proceso cultural venezolano, y específicamente el guayanés, muy permeable a la alienación, y que en cierta forma permite, gracias a nuestra mezcla racial furibunda, la entrada y salida de diversas formas de la cultura, que en muchos casos no es tan siquiera cercana a nuestras latitudes, es un signo – o EL signo - macabro de nuestro sol de San Félix. El poder del guayanés se limita al sello superficial de un logo – probablemente hecho en otro país – con el cual una insignia chapea el entorno con derredores sonantes y vistosos, propios de una sociedad capitalista endeudada pero feliz. Pero ya me estoy saliendo del tema. La alienación cultural de Guayana – nuestra isla colonia mal postín de la república (no confundir mis palabras con algún dejo separatista) – viene, como bien sabe Euclides, desde la época de nuestro insigne Manuel Carlos Piar, y la batalla famosa que le permitiera a nuestro país alcanzar la independencia, gracias a los recursos bien habidos de esta bendita tierra. Como

País de Extranjeros

Me tomo la libertad de reproducir una reflexión del periodista Miguel Salazar, la cual contiene ideas ciertas de lo que es - somos - nuestro país gracias a nosotros. Me pareció súmamente significativo por lo cual lo comparto con ustedes. Las Verdades de Miguel, nro. 210, del 18 al 24 de julio de 2008, página 24. Mi comentario de la semana: Venezuela como país de paso. José Ignacio Cabrujas llegó a escribir un ensayo sobre el tema. En ese entonces Lusinchi, usando a Carlos Blanco como inquisidor, proscribió el texto que formaba parte de una compilación de ensayos titulada La Reforma del Estado. Se refería Cabrujas a nuestra triste condición de país campamento. Hoy, esa tesis cobra mayor fuerza: somos además un país de extranjeros. Con contadas excepciones no hay un gobernante nuestro que no se haya dejado tentar por esa condición extranjerizante. La mayoría de ellos terminaron con ser libertadores de América y de más allá, mientras nuestro país era malquerido. Con Chávez quedó al des